CINCO RUIDOS EN NUESTRA BICICLETA FÁCILES DE LOCALIZAR Y ELIMINAR
Cuando no llevamos el mantenimiento de todos los componentes de nuestra bici al día aparecen ruidos. Según lo maniáticos que seamos nos molestarán más o menos, pero al margen de la molestia, un ruido siempre es un indicativo de que algo no anda bien.
A continuación vamos a describir 5 ruidos típicos que aparecen en nuestras monturas.
1.- Chasquidos en el eje de pedalier:
Es habitual olvidarse del eje de pedalier en las revisiones y limpieza de nuestra bici. Hay cierta creencia popular que dice que el pedalier es sellado, estanco, etc. y no, no es así. Al eje de pedalier (sea del tipo que sea) le entra suciedad y humedad, tanto por las juntas como por el tubo de la tija del sillín. Lo recomendable es limpiarlo al menos una vez cada 6 meses. En algunas ocasiones, el ruido no se corresponde con el eje de pedalier si no que proviene de los pedales, éstos también requieren limpieza y engrase del eje y, en el caso de los automáticos, lubricación de todo el sistema.
2.- Tija y sillín
Puede llegar a ser difícil diferenciar si un ruido proviene del eje de pedalier y/o los pedales o si por el contrario el origen es la tija del sillín o el propio sillín. Para ello se puede realizar una simple comprobación: dejar de dar pedales y movernos sobre el sillín adelante y atrás, si sigue el chasquido, el ruido proviene de la tija y/o sillín. Eliminar este ruido es sencillo, sacamos la tija, la limpiamos bien, limpiamos el tubo del cuadro en el que se inserta y ¡listo! Solo faltaría lubricar la tija un poco antes de volverla a su sitio, según a quien preguntes te recomendará echarle grasa o unas gotas de aceite. Ojo con las tijas de carbono, echarle siempre lubricantes y grasas específicas para carbono.
Para finalizar con el mantenimiento y limpieza de este componente solo nos faltaría echar unas gotas de aceite en las barras de anclaje del sillín, es decir, en la unión de la tija con el sillín, que aunque no lo parezca también es un foco de ruidos.
3.- Frenos
Los frenos al ser un elemento que funciona por fricción genera ruidos, especialmente los frenos de disco. Hay varios tipos de ruidos que nos pueden generar los frenos de disco. El típico “chin-chin-chin-chin” mientras pedaleamos viene provocado porque en un punto concreto roza el disco con una de las pastillas. Si no es constante quiere decir que el disco está doblado. En caso de que no sea mucho, podemos recolocar la pinza de freno para colocarla de forma que no roce, si no lo conseguimos, probablemente, haya que enderezar el disco.
Otro típico sonido es uno más “ronco” que aparece durante la frenada. Pueden ser varias cosas pero si el freno ha funcionado bien hasta ahora, lo más probable es que el ruido se deba a un desgaste excesivo de las pastillas.
El último ruido habitual en los frenos de disco es más parecido a una bocina. Éste ruido aparece por dos causas principales. Una, porque se nos han mojado los discos (con agua) en cuyo caso el ruido desaparecerá cuando se seque el sistema, y otra, porque nos ha caído liquido lubricante, de frenos, etc, en el disco y se han “contaminado” las pastillas en cuyo caso no nos quedará más remedio que cambiar las pastilla de freno y limpiar el disco con alcohol isopropílico.
4.- Cambios y transmisión
Si hay un ruido constante y especialmente desesperante para algunos es el de una transmisión sin limpiar y sin lubricar. Una transmisión en esas condiciones genera un chirrido constante de roce de metal con metal. Todos lo hemos vivido y solucionarlo es tan sencillo como limpiar la cadena y echarle un poco de aceite o cera y, como por arte de magia, el ruido desaparecerá. Me veo en la obligación de decir que lo suyo es limpiar el conjunto entero, es decir, cadena, cambio, roldanas, piñones, desviador e incluso los platos.
5.- El basculante de las bicis de doble suspensión
Cuando hablo del basculante me refiero a todas las articulaciones que, junto con el amortiguador, conforman el sistema de suspensión trasera de una bicicleta. Esta serie de articulaciones llevan un conjunto de rodamientos que también hay que revisar. Como ya sabéis, al amortiguador hay que hacerle (al menos) una revisión al año, podemos aprovechar ese momento también para revisar y limpiar las articulaciones y rodamiento que conforman el basculante.
Estos son algunos de los ruidos más típicos, obviamente, puede y seguramente surjan más, siempre y cuando no limpiemos y mantengamos nuestra bici a punto.